En la época en que tuve mi primera guitarra, los programas taurinos de TV ponían la melodía de “Entre dos Aguas” como fondo de la faena. Este tema atravesó el alma de un por entonces joven desconocedor del flamenco, e hizo de llamada a una música y a un instrumento que eran promesa de misterio y sensibilidad. Por aquella época no se encontraban maestros que enseñaran el nuevo flamenco y si querías iniciarte en sus esencias no quedaba más remedio que andar con el vetusto reproductor de casete, adelante y atrás, en la imposible tarea de reconocer y materializar un sonido que por aquel entonces, por conocimientos y medios, se hacía indescifrable. Al cabo de largos años de insistencia y aprendizaje la revolución en los medios técnicos disponibles para transcribir y comunicarse me animaron a aportar la experiencia que el trabajo realizado ofrecía. Nunca he entendido que un músico clásico pueda adquirir la partitura de una obra recién elaborada y uno flamenco tenga que implorar a los hados el milagro de su conocimiento. Por ello, para que los que hoy empiezan tengan la posibilidad de acceder a algunas de estas músicas, presento las transcripciones realizadas en los últimos años para mi estudio. Todo lo que aquí aparece debe ser valorado por vosotros mismos, ya que la única escuela y maestro que puedo ofrecer como aval, es la de mi afición desde mediados de los años setenta.
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