Actitud Corporal
Todo el cuerpo debe estar relajado, prestando especial atención a hombros, dedos y antebrazos.
El pecho estará abierto y no encogido.
Hay que aflojar las tensiones corporales y dejar que se asienten en el vientre. Realizar alguna respiración abdominal consciente nos afianzará en este estado.
Cuidar esta relajación durante el toque. La energía y la fuerza necesaria deben fluir hasta nuestros dedos desde el abdomen, llamada por nuestra voluntad de realizar el movimiento.
No tocamos pues con la fuerza de nuestros músculos, sino con la energía que reciben de nuestro interior. Tocamos con las tripas.
Observar la respiración durante el toque dejando que fluya de modo natural con regularidad y ritmo. Sobretodo evitar que quede bloqueada o en un hálito imperceptible.
Trabajo Físico
Ejercitar nuestros dedos como lo haría un atleta.
El apartado «Actitud corporal» es aplicable a este punto.
Sin el instrumento, realizar ejercicios complementarios con una carga muscular superior a la requerida para el toque ayuda a adquirir una potencia muscular sobrada.
Este trabajo se realiza con este orden en fuerza, elasticidad y velocidad.
A fin de evitar posibles lesiones en los ejercicios sin instrumento el dorso de la muñeca debe estar en línea recta con el antebrazo.
Para el trabajo de fuerza sirve una pelota de goma, no rígida, a presionar con cada una de las falanges tanto en flexión como en extensión. Insistir en los puntos donde se manifiesta debilidad o dificultad. También es útil el repiqueteo lento y enérgico de los dedos sobre la mesa en diferentes combinaciones y complejidades.
Para el trabajo de elasticidad: ejercitar la extensión variada de las falanges sintiendo que la tensión del estiramiento llega hasta la punta de los dedos. Adicionalmente se puede aumentar la tensión, con suavidad, ayudándonos de la otra mano. El juego de manos con las bolas chinas de la salud da flexibilidad y ayuda a aliviar la congestión muscular.
Para el trabajo de velocidad: realizar aperturas y cierres de las falanges ayudados con un movimiento de rotación de la muñeca en ida y vuelta. Buscar adquirir la sensación de máximo control junto a la de máxima velocidad. Asimismo, los ejercicios de fuerza y elasticidad pueden realizarse a la máxima velocidad posible.
Ya con la guitarra el estudio de ejercicios afianza la técnica y calienta las manos. Dentro del flamenco los más difundidos son los que Manolo Sanlúcar ha enseñado en sus cursos. Dentro de la guitarra clásica hay un gran cantidad de ejercicios aplicables a cualquier música.
Actitud Mental
Aunque el aspecto mental no es un ámbito de estudio tradicional en la enseñanza de un instrumento, el estado de introspección que se aprecia en la interpretación de músicos consagrados me anima a hacer las siguientes consideraciones.
La mente debe estar vacía y relajada. No tocar desde la mente.
La música debe brotar por su propia fuerza sin control de la mente. Dejar que fluya como si fuera un río a cuyo caudal nos unimos. La música que surge nos lleva, sólo hay que modular la dificultad física o la expresión emocional.
Al tocar desde la mente la velocidad de ejecución esta limitada por la velocidad con que la música fluye por ella. No podemos tocar a más velocidad de la que la música es pensada.
Asimismo si llevamos el compás desde la mente ésta intentará comprenderlo y marcarlo, dando como resultando un ritmo rígido carente de improvisación y soltura.
La creación y la improvisación nacen y se desarrollan en un estado de ligereza mental.
Para liberar la música debemos soltar el control de nuestra mente sobre ella. Solo así podrá fluir en velocidad, ritmo y espontaneidad tal cual es.
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